Investigadora Ramón y Cajal en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada, desde 2017 forma parte del grupo de investigación PROFITH y de la Unidad de Investigación en Actividad Física y Promoción de la Salud en el Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS).
Esther Ubago Guisado, estudió el Grado en Ciencias del Deporte en la Universidad de Castilla-La Mancha (2012-2017), y en la misma institución realizó un Doctorado Internacional en Investigación Sociosanitaria y de la Actividad Física (2013-2017), obteniendo el Premio Extraordinario de Doctorado en el área de Ciencias de la Salud. También cuenta con experiencia investigadora en el extranjero con una estancia de 12 meses en la prestigiosa Universidad de Exeter (Reino Unido) dentro del Grupo de Investigación Children’s Health and Exercise Research Centre (CHERC), cuya Facultad de Salud y Ciencias del Deporte es considerada la número 1 de Reino Unido y cuya Universidad se encuentra entre las 100 mejores del mundo. Ha contado con varios contratos de investigación de gran prestigio como un contrato María Zambrano y, actualmente, un contrato de Investigadora Ramón y Cajal, ambos en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada.
– Actividad física y composición corporal.
– Ejercicio físico y salud ósea.
– Ejercicio físico y cáncer.
– Evaluación de la fragilidad fisiológica.
Contribución: Se trata de un artículo original del estudio PRO-BONE, financiado por la Comisión Europea (FP7) y Marie Sklodowska Curie, para el que trabajé durante un año durante mi estancia de investigación en el Reino Unido. El propósito de este estudio longitudinal fue determinar la adquisición ósea durante 1 año entre 116 varones adolescentes (de 12 a 14 años al inicio del estudio) involucrados en deportes osteogénicos (fútbol) y compararlos con deportes no osteogénicos (natación y ciclismo) y con controles activos. Los hallazgos de este artículo sugieren que el deporte osteogénico (en este caso, el fútbol) es beneficioso para la adquisición de masa ósea y que la participación en deportes no osteogénicos (en este caso, la natación y el ciclismo) no es suficiente para inducir adaptaciones óseas positivas.
Contribución: Se trata de un artículo original del estudio PRO-BONE, financiado por la Comisión Europea (FP7) y Marie Sklodowska Curie, para el que trabajé durante un año durante mi estancia de investigación en el Reino Unido. En este estudio con 104 adolescentes (12-14 años), mostramos diferencias en la salud ósea de adolescentes deportistas a lo largo de la adolescencia teniendo en cuenta su maduración biológica. Los hallazgos fueron muy sorprendentes y subrayan la necesidad de actividades de alto impacto dentro del plan de estudios de educación física para maximizar las adaptaciones óseas durante el crecimiento.
Contribución: Es un salto de calidad en mi metodología utilizada hasta ahora en otras revisiones, ya que realizamos un Network Meta-análisis. Este trabajo incluye 85 ensayos controlados aleatorizados que involucran a casi 7.000 personas con cáncer con el objetivo de sintetizar la evidencia de estudios de intervención para evaluar el efecto de diferentes tipos de ejercicio sobre la calidad de vida relacionada con la salud durante y después del tratamiento del cáncer. El funcionamiento social, el rol emocional o la salud mental son dimensiones habitualmente evaluadas en cuestionarios de calidad de vida. Se pueden recomendar programas de ejercicio que combinen entrenamiento aeróbico y de resistencia para mejorar la calidad de vida relacionada con la salud durante y después del tratamiento del cáncer. Por lo tanto, de acuerdo con el consenso y las directrices internacionales, se debe recomendar el ejercicio para mejorar la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con cáncer.
Contribución: Este trabajo forma parte de un ensayo controlado aleatorizado denominado Proyecto iBoneFIT (mejorando la salud ósea en supervivientes de cáncer pediátrico), y resaltó la importancia de promover la condición física en la población de oncología pediátrica para la mejora de su salud psicológica. Por ello, es necesario implementar programas de ejercicio físico bien diseñados y centrados específicamente en la mejorar de la salud psicológica en niños y adolescentes diagnosticados con cáncer.
Contribución: Este estudio forma parte de un ensayo controlado aleatorizado denominado Proyecto iBoneFIT (mejorando la salud ósea en supervivientes de cáncer pediátrico) e identificó déficits de fuerza muscular y asociaciones de dichos déficits con una densidad mineral ósea más baja en una muestra de jóvenes supervivientes de cáncer pediátrico. Estos hallazgos muestran la importancia de incorporarse planes de ejercicio físico en supervivientes de cáncer.