El tejido adiposo pardo (TAP), también conocido como BAT por sus siglas en inglés, destaca por su alta capacidad termogénica, siendo su función principal la generación de calor para mantener la temperatura corporal en los mamíferos. En modelos preclínicos, el TAP desempeña un papel crucial en la adaptación a dietas ricas en grasas y a la sobrealimentación, lo que ayuda a proteger a estos animales del desarrollo de la obesidad. Hace una década, diversos equipos de investigación confirmaron la presencia de TAP metabólicamente activo en adultos humanos. Desde entonces, se ha explorado si el TAP, al igual que en los roedores, podría desempeñar un papel relevante en el desarrollo de la obesidad y otras enfermedades metabólicas en humanos.
El estudio BATON tiene como objetivo investigar, por primera vez en humanos, cómo responde el TAP a la sobrealimentación. Para ello, se asignarán aleatoriamente 20 adultos sanos a un grupo (control) que seguirá una dieta ajustada para mantener su peso corporal estable durante 5 semanas, o a un grupo (experimental) que recibirá una dieta con un contenido calórico un 40% superior a sus necesidades energéticas durante el mismo período. Antes y después de la intervención, se evaluará la cantidad y actividad del tejido (mediante tomografía por emisión de positrones y tomografía computarizada), sus características histológicas y moleculares, así como su capacidad de respiración mitocondrial (en análisis ex vivo de biopsias), y varios componentes del balance energético de los participantes (por ejemplo, gasto energético en reposo, eficiencia energética, ingesta energética, regulación del apetito, entre otros).